Madrid

Después de una estancia de cinco días en la cuidad que me ha dado abrigo durante ocho años, camino desde La Latina en dirección a la estación de Atocha. Por el camino hay más recuerdos que calles, menos bares que histórias y muchas saudades. Otros tiempos me dice la razón.

Donde antes había un bar ahora hay una boutique de ropa, un bar de punquis ahora una taquería, un restaurant de toda la vida ahora una coctelería. El panorama es otro pero el sentimiento sigue siendo lo mismo, es un pasado que se despierta siempre que piso el hormigón deste suelo.

En el primero día se te olvidan algunas palabras, el acento te denuncia, pero la mirada es de alguien que sabe donde está. El frio seco del invierno donde siempre hay un cielo azul, un sol brillando y una tapa en cada caña esperandote. Se habla mucho y rápido, salen carcajadas, y se paga otra rodada. La velocidad de Madrid se nota en cada paso, en la rapidez del atendimiento en el bar, en el café del desayuno y en cada cosa que haces, una ciudad pulsante con un ritmo contagiante.

Por cada hora que vá pasando el vocabulário vá volviendo, las expresiones te vuelven a salir sin pensar, los pensamientos ya hablan en español, el sofá de tu amigo te dice bienvenido, las calles del barrio te siguen el paso, las cañas te guiñan un ojo, las raciones te echan de menos, los tintos de verano te brindan un buen copazo, tus amigos te reciben con un caluroso abrazo, la ciudad siempre ha estado aquí esperándote.

Las noches de regreso caminando solo, se respira la calma, las luces te iluminan el camino, por momentos parece que los años no han pasado y ahí estás tu, otra vez con vinte años descubriendo la ciudad. Los días pasan mas rápido que a uno le gustaría y cuando te das cuenta estás haciendo la mochila y dando besos de despedida.

Llego a la estación de Atocha pero no encontraba la parada del bus expresso aeropuerto, ¿me podría decir la parada del bus para el aeropuerto? Es aquí mismo. Gracias. ¿Gallego? No, portugués. Ah, se parece. Subo al bus con el gusto de que todavía puedo pasar como siendo del barrio.